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libre pensamiento

Ayer, mientras ordenaba la jaula de mi rata Juliana, me vinieron a la cabeza, así, de sopetón, las palabras: “pensamiento, y libre”. Yo pensaba, porque a veces lo hago, que todos éramos libres de pensar lo que quisiéramos, pero entonces me di cuenta de algo que me hizo dejar a un lado la jaula, y a Juliana sin cenar. Si hay pensamiento libre, es porque debe de haber pensamiento prohibido. Eso es así, porque me he dado cuenta de que todo, en esta vida de internados que vivo, tiene su contra. El blanco tiene al negro, y lo putea, arriba tiene abajo, que también sirve para ejemplo del blanco y el negro, el día tiene a la noche, el mar a la tierra, el bien tiene al mal, y la inteligencia me tiene a mí. Bueno, pues si hay pensamiento libre, también hay pensamiento prohibido, y si hay pensamiento prohibido, es porque hay alguien que lo prohíbe, y opina que debe de ser así. No me voy a perderme en teorías sobre qué debe de ser lo prohibido, y qué no debe de serlo, por una vez en mi vida voy a reflexionar sobre algo importante, y a la primera. El tipo que prohíbe los pensamientos, creo, debe de ser el mismo que deja libres a los otros. Bueno, pues sí es así, ¿por qué los deja libres? ¿Por qué unos sí, y otros no? Yo, me temo, que los pensamientos que deja libres son los que no le asustan. Porque alguien que vele por la libertad de pensamiento debe de temer que ésta se pierda, y con semejante miedo encima, ni puede vivir en paz, ni puede permitir ciertos pensamientos que, según él, pongan en peligro a los suyos, que son los que nos dan la libertad en el noble arte del pensar. Entonces... ¿la libertad, sólo es libertad si se piensa a favor de la que nos dice el tipo que es la libertad? ¿Y tenemos libertad para decirle, libremente, que lo mismo no nos está dejando ser libres? Lo que más me lía es que, me parece, que la libertad está muy unida al miedo, o más bien, está bastante atada por el miedo, y si el miedo nos hace libres, pues eso, que vamos de ala.

Bueno, me voy a ver si algo útil, no sé, pensar en la Santísima Trinidad, a ver si despejo la incógnita trifásica del misticismo “pret a porter”.

 
 
© pokit in a pocket. ch.a.d.t. “libre pensamiento”   

3 comentarios

Lautreamont -

Ufff, qué mareo. O me mucho me pierdo en tu jardín o se te ha ido la pinza cosa mala.

Un saludito

Cerro -

Willyto, te prohibo que pienses esas cosas. Un abrazo para mí.

María José -

Si tú te lías Willy, a mi me has dejao totalmente enredá. Pero creo que el asunto está en descubrir cuánto de atado está el miedo a la libertad o al revés, que para el caso da igual. No te parece que va a ser el miedo quién prohíba pensar libremente a los que luchan por ello?...Quién sabe...Cuándo invetará alguien una varita mágica que sirva para algo más que para sacar conejos dentro de una chistera, jó.
Besos grandotes, y recuerdos a tu hermano, desde el Sur.